Se llama calambre a una contracción o espasmo que se da en los músculos de manera involuntaria. Por lo general causan dolor y molestias que pueden ser mínimas o agudas, dependiendo de la intensidad del calambre, y la duración del mismo puede variar desde segundos a largos minutos.

Esta contracción puede afectar solo un músculo o varios de ellos al momento. Los músculos afectados comúnmente son: abdomen, cuello, manos, muslo, pantorrillas y pies. Las causas de los calambres pueden ser muchas, generalmente se da por realizar un trabajo pesado que agote al músculo, pero también puede ser provocado por cuestiones nerviosas o por carencias nutricionales.

Una alimentación que no aporte la cantidad de minerales y vitaminas necesarias puede producir un desequilibrio en el organismo, mucho más cuando se realicen ejercicios, ya que se perderán muchos electrolíticos por medio del sudor.

Vitaminas y nutrientes para prevenir calambres

Para evitar los calambres es necesario introducir cambios en la alimentación, puesto que si estas contracciones musculares se producen de forma constante quiere decir que hay una carencia nutricional que suplir.

Para prevenir calambres, los profesionales de la salud recomiendan seguir una alimentación rica en las siguientes vitaminas y nutrientes:

– Complejo de Vitamina B

Este es un grupo vitamínico que tiene importantes propiedades para prevenir calambres. Ha sido estudiado por los científicos y aseguran que si se mantiene una dieta rica en carnes, huevos, vegetales de hojas verdes y legumbres, se podrán reducir los calambres hasta más de un 80%.

Además, estas vitaminas también favorecen a los músculos, protegen el sistema nervioso, aumentan los niveles de energía y producen eritrocitos.

 

– Vitamina D

La vitamina D actúa directamente en los músculos, por eso es importante no sufrir un déficit, ya que de ser así los calambres son los primeros síntomas en aparecer.

Esta vitamina es la única que puede producir el organismo. Los médicos recomiendan exponerse al sol por 10 minutos, 2 o 3 veces por semana, así la piel recibirá rayos UV y el organismo lo convertirá en vitamina D. También se la puede obtener por medio de la alimentación, aunque son muy pocos los alimentos que la contienen naturalmente, algunos de ellos son: aceite de hígado, lácteos fortificados, caviar, ostra y pescados.

 

– Magnesio

Cuando una persona realiza ejercicios físicos, por medio de la sudoración pierde muchos minerales y si no se hidrata correctamente comenzarán a aparecer los calambres en los músculos. Uno de los electrolitos que más se pierden, es el magnesio. Esta es la razón por la cual hay que incluir aguacate, espinacas y almendras a la dieta diaria.

 

– Calcio

Otro electrolito que es importante obtener en cantidad para que la sudoración no cause desequilibrio en el organismo y calambres, es el calcio.

Una de las principales funciones de este mineral, que se puede obtener al consumir leche y productos derivados, es la relajación de los músculos. Esto es fundamental para evitar los calambres, ya que si los músculos se contraen y no se relajan rápidamente, el calambre será muy intenso y doloroso.

 

– Potasio

Uno de los síntomas más comunes de la hipokalemia, que es como se llama al déficit de potasio, son los calambres en los músculos.

Los médicos recomiendan consumir carnes magras, lácteos, frutas y vegetales ricas en este mineral, principalmente la banana y los tomates, para poder evitar estas contracciones musculares.

 

– Sodio

El sodio se elimina del organismo por medio de la sudoración y la deshidratación, y esto le da lugar a los calambres. Las personas que realizan ejercicio físico que son las que más sudan, por eso necesitan mantener equilibrado sus niveles de sodio. La sal es una buena fuente, no se trata de exagerar en su consumo porque puede traer consecuencias negativas, solo una cucharada de 5gr puede aportar la dosis de sodio necesaria para todo el día.

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