La anestesia es actualmente uno de los recursos imprescindibles para realizar cualquier intervención quirúrgica. ¿Conoces los diferentes tipos de anestesia? Descúbrelos en las próximas líneas.

La anestesia podría definirse como el sedante que relaja y duerme al paciente ante este tipo de operaciones, sin el cual no podrían llevarse a cabo la gran mayoría de procedimientos. Existen diferentes clases y modos de administrarla.

¿Quién inventó la anestesia?

Se cree que en 1842 el doctor Crawford Williamson Long, residente en Georgia (Estados Unidos), fue el primero en usar algo parecido a la anestesia, ya que una operación administró éter etílico a su paciente.

Sin embargo, la historia oficial de la anestesia se remonta al año 1844. Se atribuye su descubrimiento al odontólogo Horace Wells, quien tuvo la idea de usar óxido nitrógeno en sus pacientes tras haber visto cómo el químico Gardner Q. Colton lo utilizaba en sus espectáculos.

En ellos, Gardner invitaba a los asistentes a inhalar este gas, que perdía sus inhibiciones. En una ocasión, uno de ellos se hirió bajo los efectos de esta sustancia y no pareció sentir dolor, algo que el doctor Wells observó y decidió investigar.

El primer experimento que realizó con óxido nitroso fue sobre sí mismo. Le pidió a su ayudante, John  Riggs, que le extrajera una muela tras haber inhalado este gas. Cuenta la historia que al despertar, tras comprobar que no había sufrido ningún dolor, exclamó: “Una nueva era para la extracción de órganos dentales”.

Más tarde se realizarían otras pruebas con éter y cloroformo que darían lugar a lo que hoy en día conocemos como anestesia, una herramienta imprescindible en la medicina actual.

¿Qué es la anestesia?

Encontramos el origen de esta palabra en el término griego “anaesthesia”, que significa algo así como “sin sensación”. Y es que la anestesia es el medicamento que se administra para evitar la sensación de dolor o molestia del paciente durante una cirugía. También se utiliza para procedimientos menos agresivos, como suturar una herida o extraer un quiste superficial.

 

Puede ser total o parcial, y si bien puede producirse por un traumatismo, en esta ocasión vamos a hablar de la anestesia inducida de manera artificial. Ésta siempre debe ser administrada por el especialista (anestesista) en un centro médico. Al contrario de lo que suele creerse, los diferentes tipos de anestesia no ocasionan daños en el organismo siempre y cuando se administre la dosis adecuada.

En definitiva, la anestesia ha de cumplir cuatro requisitos fundamentales: inconsciencia, amnesia, inmovilidad y analgesia (bloquear la sensibilidad al dolor).

Cómo funciona la anestesia

La anestesia actúa directamente en las neuronas responsables del movimiento, la percepción del dolor y la conciencia. Disminuye o anula temporalmente sus funciones, de manera que impide que percibamos cualquier molestia. La cantidad administrada, el tipo y el modo de hacerlo dependen de muchos factores, como el peso del paciente o la duración de la operación.

El objetivo principal es desconectar el acceso de la información al cerebro para que no pueda reaccionar. Así, el paciente cae inconsciente al ser incapaz de detectar qué está ocurriendo a su alrededor y no percibe la intervención que se esté llevando a cabo en su cuerpo.

En realidad, los diferentes tipos de anestesia se utiliza como una combinación de fármacos, que pueden variar ligeramente. Por lo general se usan en un orden preestablecido: primero, los anestésicos intravenosos como el propofol y el fentanilo. Después, un relajante muscular y por último, los anestésicos inhalados.

Sin embargo, a pesar de todos estos datos, el funcionamiento exacto de la anestesia sigue siendo un misterio para la ciencia. Durante muchos años  se creyó que los analgésicos se disolvían en las membranas de las células nerviosas, dada la gran correlación entre la potencia de los analgésicos y su solubilidad en aceite.

Pero esta teoría ha ido perdiendo fuerza con el paso de los años, ya que se ha comprobado que esta solubilidad es necesaria pero no suficiente para crear un efecto analgésico tan fuerte. Actualmente, se están barajando otras teorías, entre las que destaca la que afirma que los analgésicos funcionan mediante el contacto con determinadas proteínas.

No obstante, aún no existe una respuesta clara. Una lástima, puesto que si la comunidad médica comprendiera mejor su efectividad, podría usar estos conocimientos para el desarrollo de nuevos fármacos y el tratamiento de numerosas dolencias.

Tipos de anestesia

Existen diferentes tipos de anestesia que se usan dependiendo de las circunstancias de cada operación y paciente. Estos son los principales:

 

Anestesia general

Consiste en una combinación entre anestésicos intravenosos y gaseosos que producen una total inconsciencia en el paciente. Bloquea todas las sensaciones y mantiene a la persona en este estado hasta el fin de la intervención. Es utilizada en una amplia gama de cirugías

Anestesia regional

Bloquea el dolor en un grupo determinado de nervios, adormeciendo una zona amplia del cuerpo. Se usa comúnmente en combinación con la anestesia general, generalmente en cirugías de las extremidades inferiores.

Anestesia epidural

Se usa para calmar los dolores del parto. Es un anestésico local que se inyecta en la columna vertebral mediante una punción en la zona lumbar. Hace efecto de forma gradual, entre los 10 y 20 minutos posteriores a su administración.

Anestesia raquídea

Es similar a la anterior, solo que a diferencia de ella en este caso la anestesia se inyecta dentro del líquido de la médula espinal y comienza a hacer efecto inmediatamente.

Anestesia local

Adormece únicamente una pequeña zona específica del cuerpo, logrando que el paciente pierda la sensibilidad en esa área, pero se mantenga consciente durante la intervención. Se utiliza para procedimientos menores, como la extracción de una pieza dental.

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