El mero hecho de conocer los síntomas del glaucoma será vital para detectar esta enfermedad a tiempo y prevenir afecciones de especial gravedad como la ceguera. A continuación vamos a explicar cómo detectar esta enfermedad, su tratamiento y cómo se puede prevenirla.

¿Qué es el glaucoma?

El glaucoma es una enfermedad ocular, cuyo cuadro clínico completo se caracteriza por conjunto de procesos en los que una presión intraocular elevada puede producir una pérdida notable del campo visual, que podría ser total si el proceso no se detiene a tiempo.

Tal es su gravedad, que esta afección del nervio óptico se convierte, después de la diabetes, en la segunda causa de ceguera en todo el mundo. Con la edad, la incidencia del glaucoma se incrementa de manera considerable, hasta el punto de que, según estudios realizadas en este campo, dos de cada cien personas de más de 45 años y casi el 4% de los mayores de 70 años padecen esta enfermedad. La propia Organización Mundial de la Salud (OMS) calcula que afecta a más de 60 millones de personas en todo el mundo, siendo un millón aproximadamente las que se concentran en España.

En los españoles es más frecuente el llamado glaucoma de ángulo abierto, mientras que las personas asiáticas presentan mayor riesgo de desarrollar lo que se conoce como glaucoma de ángulo cerrado. El más habitual es el primero.

Causas del glaucoma

Esta enfermedad que provoca un daño progresivo en el nervio óptico secundario puede tener como una de sus principales causas una presión intraocular elevada, aunque en la aparición de esta enfermedad también pueden intervenir otros factores.

Para comprender la formación de esta afección, sería de vital importancia conocer el funcionamiento del sistema visual. Los espacios comprendidos por la cámara posterior y anterior al ojo, separados por el iris y conectados por la pupila están llenos de un líquido transparente conocido como humor acuoso.

Precisamente, el equilibrio entre la producción y eliminación de este humor es lo que determinará que la presión intraocular se mantenga dentro de los límites adecuados. Los especialistas suelen estimar estos límites entre 12 y 21 milímetros de mercurio (mmHg). En los casos de glaucoma lo que suele ocurrir es que el sistema de drenaje del ojo no funciona de manera correcta y el exceso de humor acuoso no se elimina de la manera correcta, lo que provoca que el aumento de la presión intraocular pueda dañar el nervio óptico llevando a la pérdida de visión.

Esta teoría mecánica, que nos habla de dicho desequilibrio, es la más extendida como el origen del glaucoma. Como factores de riesgo, además de la edad avanzada, se podría destacar el padecimiento de miopía, una presión intraocular elevada, grosor de la cornea demasiado fino o antecedentes familiares con esta enfermedad.

 

Síntomas del glaucoma

Las formas más comunes del glaucoma no suelen presentar síntomas notorios, dado que la pérdida de visión se produce de manera progresiva y lenta, afectando en un primer término a la visión periférica (lateral).

La sintomatología más común a los diferentes tipos de glaucoma podría presentar los siguientes signos:

-Dolor en los ojos y en la cabeza.

-Visión borrosa

-Vómitos y náuseas

-La visión se perderá de manera repentina

En cualquier caso, las revisiones periódicas con mediciones de la presión intraocular, especialmente entre los pacientes que se encuentran en factor de riesgo son recomendables ante la ausencia de síntomas previos asociados a los pacientes.

Tratamientos

La reducción de la presión intraocular que ocasiona el glaucoma se puede llevar a cabo desde el punto de vista médico, quirúrgico o combinando ambas posibilidades. La elección del método terapéutico y urgencia del mismo dependerá del tipo de glaucoma al que hagamos referencia.

Dentro del tratamiento médico, para reducir la presión intraocular y prevenir los daños irreversibles ocasionados por el glaucoma, la medicación apropiada para estos casos será la que reduzca la producción de humor acuoso o facilite la eliminación del mismo. Para estos casos, el uso de mióticos será esencial porque con ellos la presión antes mencionada se reducirá de manera inmediata tras su aplicación. La duración de su efecto puede ser de hasta ocho horas.

Por su parte, la epinefrina reduce la presión intraocular de 24 a 36 horas tras la aplicación de una sola gota. Las concentraciones empleadas para el tratamiento del glaucoma serán de 0,25%; 0, 5%; 1%; y 2%, administrándose una o dos veces al día.

Para el tratamiento quirúrgico, hemos de tener en cuenta el tipo de glaucoma al que hacemos referencia.

Tipos

El glaucoma puede ser de varios tipos:

-De ángulo abierto, en el que suelen darse síntomas del glaucoma ocasionales como el dolor de cabeza, disminución de la visión o escozor. Para iniciar tu tratamiento, las indicaciones han de ser de una presión intraocular de 25 mmHg, así como alteraciones glaucomatosas en el fondo del ojo.

La trabulectomía es la intervención elegida para este tipo de glaucomas, dado que ayudará a filtrar el humor acuoso a través de ua herida escleral, haciendo un by-pass al tejido trabecular, permitiendo que el acuoso drene desde la cámara anterior hacia el espacio subconjutival.

Como medicación inicial son muchos los fármacos que se pueden suministrar. Tal es el caso de, por ejemplo, timolol, que disminuirá la producción de humor acuoso o prostaglandinas, que pueden llegar a producir cambios en la coloración del iris.

-De ángulo cerrado o estrecho es otro tipo de glaucoma, que consiste en elevaciones episódicas de la presión ocular por un bloqueo repentino en la salida del humor acuoso hacia la cámara anterior.También conocido como glaucoma agudo, el tratamiento pasa por el consumo de diuréticos osmóticos como el manitol. Con posterioridad se aplicarán corticoides tópicos para reducir la inflamación y mióticos para romper el bloqueo pupilar. Igualmente, se pueden emplear hipotensores o determinados fármacos para reducir síntomas como náuseas o dolores de cabeza.

Para corregir los factores anatómicos que persisten a pesar de resolver el cuadro más agudo, se recurrirá a la cirugía para corregirlos.

 

-Otro tipo es el glaucoma pigmentario, una modalidad provocada por la obstrucción del ángulo del drenaje del ojo, como consecuencia de la liberación de los gránulos de pigmento del epitelio pigmentario del iris. Este tipo afecta a los hombres caucásicos entre los 30 y los 40 años.

-Glaucoma congénito se presenta desde el nacimiento. En el 80% de los casos se diagnostica en el primer año de edad. Estos niños suelen nacer con ángulos cerrados o defectos similares en el sistema de drenaje del ojo.

Cómo prevenir el glaucoma

Para prevenir el glaucoma es conveniente seguir una serie de hábitos en nuestro modo de vida:

-Aportar a nuestro organismo la suficiente cantidad de vitamina A, que podemos encontrar en complementos o alimentos como el hígado de cerdo o de ternera, patés, verduras como la zanahoria, las espinacas, los grelos o el boniato, mantequilla o queso curado.

-Hemos de procurar mantener una correcta presión arterial. Para ello es fundamental consumir alimentos bajos en grasas saturadas con el objetivo de mejorar el estado del sistema cardiovascular. Es muy importante evitar sustancias estimulantes como la cafeína.

-Para prevenir el glaucoma el deporte es un gran aliado. Gracias a un ejercicio continuado y periódico podremos mejorar el funcionamiento de nuestro sistema circulatorio, logrando un mejor riego y aporte de nutrientes ingeridos a través de nuestros alimentos diarios.

-Los reconocimientos ópticos han de ser habituales, situándose en, al menos, una vez al año. El oculista será el que nos informará correctamente al respecto.

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