¿Sabías que un tercio de los casos de cáncer en todo el mundo podrían evitarse? Los hábitos que practicamos a lo largo de nuestra vida diaria son la clave para disfrutar de un mejor bienestar y prevenir un mal como el cáncer. Hoy te contamos lo que puedes hacer en tu vida diaria para adelantarte a sus síntomas.

El cáncer como la enfermedad del siglo XXI

El cáncer, tumor o neoplasia maligna, como término genérico empleado para designar a muy diversas enfermedades que pueden afectar a diferentes partes de nuestro organismo, se erige como la principal causa de mortalidad a nivel mundial, llegando a un total de 8, 2 millones de fallecidos y 14 millones de nuevos casos en 2012, si nos atenemos a los datos oficiales facilitados por la OMS (Organización Mundial de la Salud).

No podemos dejar de lado una realidad que reflejan los estudios realizados al respecto, los cuales nos hablan acerca de que el consumo de tabaco es el factor de riesgo más importante, siendo la causa en más del 20% de los casos del cáncer en líneas generales y en más del 70% en el caso de las muertes por cáncer de pulmón en todo el mundo.

Otros factores que podrían ser la causa de cáncer en todo el mundo en más de un 30% de los casos guardan relación con una falta de actividad física, consumo de alcohol, obesidad o ausencia de frutas y verduras en la ingesta diaria. Pulmonar, hepático, gástrico, colorrectal, mamario o de esófago son algunos de los muchos tipos de cáncer existentes. Una vez más, la OMS establece que a lo largo del año 2012, los casos de cáncer más frecuentes en la mujer fueron de mama, colon, recto, pulmón, estómago y cuello uterino, mientras que en el caso de los hombres se centraban en otras modalidades como el de próstata o el de hígado, además de los mencionados en el caso de la población femenina.

Ante tales cifras, nos damos cuenta de que el cáncer es una realidad presente en la sociedad del siglo XXI, que podemos evitar si realmente adoptamos las medidas y los cambios necesarios en nuestra vida. La Asociación Española contra el Cáncer no duda en afirmar que en torno al 70% o el 80% de los casos de cáncer se deben a factores puramente externos, que la misma persona puede modificar si se lo propone desde una etapa temprana. Igualmente, la detención precoz del cáncer así como la aplicación de tratamientos sencillos y prácticos para su mal ayudará a disminuir el índice de mortalidad por cáncer de manera considerable.

Los expertos afirman que modificando factores de riesgo como el consumo de tabaco, de bebidas alcohólicas, infecciones por PVH y VHB, contaminación atmosférica de las ciudades, radiaciones solares, actitud sedentaria, exceso de peso o dietas inadecuadas se conseguirá reducir en más de un 30% las defunciones de cáncer. 

Cómo prevenir el cáncer

-Lo primero que hemos de hacer para prevenir este tipo de afecciones es lo que se enmarcaría dentro de las llamadas acciones de prevención primaria como son, por ejemplo, las encaminadas a modificar ciertos hábitos poco saludables, un cambio que se podrá llevar a la práctica siempre que se posea una información suficiente y veraz sobre algunos de los factores de riesgo antes mencionados y determinar hasta qué punto pueden ser perjudiciales para nuestra salud. Así, la persona podrá tomar conciencia del riesgo que supone dicha práctica.

-Posteriormente, encontraríamos las acciones vinculadas con la prevención secundaria, encaminadas a detectar de manera precoz de tumores malignos a través de un proceso técnico conocido como la técnica de screaming o cribado.

-Los hábitos que hemos de seguir para prevenir este tipo de enfermedades están relacionados con alejar el tabaco de nuestra vida, un riesgo evitable que, como hemos visto en líneas anteriores, se presenta como la causa de muerte más destacada en todo el mundo. El humo del tabaco es capaz de provocar muy diversos tipos de cáncer que abarcan desde el de esófago, laringe, boca, garganta, vejiga, páncreas e, incluso, cuello de útero.

-El alcohol es otro de los hábitos perjudiciales para nuestra salud y evitable por nuestra parte, si realmente nos proponemos relegarlo a un segundo plano. Los tipos de cáncer relacionados con la faringe, la laringe y el esófago, hígado, colon, recto y mama son los más comunes asociados a un consumo frecuente de alcohol.

-La alimentación, como bien sabemos, es uno de los pilares más importantes en nuestra vida, dado que es la que nos aporta todos los nutrientes esenciales, ya sean en forma de minerales o vitaminas que necesitamos para seguir adelante.

Los expertos consideran que la modificación en nuestros hábitos alimenticios también es clave para prevenir el cáncer. Tanto es así que hay muy diversos estudios y casos que nos hablan de la relación existente entre el sobrepeso o la obesidad con tipos de cáncer en el esófago, recto, colon, mama, endometrio o el riñón.

En este sentido, es conveniente apostar por el consumo de frutas y verduras para conformar un mecanismo de protección en nuestro organismo frente a este mal. De entre ellos, podemos destacar alimentos como el brócoli, cebolla, romero, soja, té verde, tomate o ajo. Igualmente, hemos de evitar el consumo excesivo de las carnes rojas, dado que en muchos casos se ha relacionado este consumo con cáncer colorrectal. No por ello hemos de anular el consumo de este tipo de alimentos ricos en proteínas animales o hierro, pero sí hemos de reducir su presencia en nuestra dieta diaria.

-Los antioxidantes como la vitamina C, vitamina E o el betacaroteno que está presente en muy diversas frutas y verduras nos ayudará a luchar contra la presencia de radicales libres, causantes del envejecimiento prematuro de nuestras células.

-Junto a la alimentación, hemos de hablar sobre la práctica del deporte en nuestra vida diaria, un hábito que además de tonificar nuestro cuerpo, distraernos y alejar de nuestra mente las preocupaciones, nos ayudará a evitar caer en el sobrepeso y una actitud sedentaria y, por lo tanto, sufrir afecciones como el cáncer.

-Igualmente, hemos de evitar la exposición durante un tiempo prolongado, especialmente durante las horas centrales del día, a la luz del sol. Para evitar los efectos dañinos del astro rey, hemos de utilizar fotoprotectores adecuados ya sea en forma de cremas o leches solares, usar gafas solares para evitar la aparición de cataratas, así como utilizar camiseta y gorra cuando practiques deporte al aire libre.

En nuestras manos tenemos la capacidad de evitar un mal como el cáncer, atenazando nuestro organismo con su oscuro y sombrío manto. Solo hemos de apostar por una vida más saludable desde temprana edad y no caer en algunos de los excesos mencionados en líneas anteriores. De esta forma, podremos reducir el riesgo de sufrir este tipo de enfermedades.

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