Con la llegada del frío, la piel sufre más de lo habitual, por eso en este artículo, queremos regalarte una serie de consejos de salud y belleza para que tu piel luzca radiante durante estas fechas, a pesar del mal tiempo. Empezamos.

Cómo cuidar la piel en invierno

Para cuidar y proteger la piel en esta época de frío, debes tener en cuenta los siguientes consejos:

Hidratación, lo más importante

La hidratación es buena durante todo el año, pero, sobre todo, resulta todavía más importante cuando estamos hablando de climas fríos en donde la sequedad puede llegar a ser más acuciante.

Para ello, utiliza cremas que cuenten con efecto hidratante, además de rodearte de productos de belleza como por ejemplo el cacao para las comisuras de tus labios. De esta forma, esta zona tan sensible de la cara sufrirá mucho menos con el mal tiempo y aguantará las inclemencias más duras.

Regula tu dieta

La naturaleza es sabia y por eso, durante el invierno nos regala toda una serie de productos que nos pueden ayudar a cuidar más nuestra piel contra el mal tiempo.

De esta forma, te recomendamos que empieces a incluir en tu dieta diaria algunos de los productos más característicos de la temporada, como frutas o verduras, ya que te aportarán los nutrientes que tu cuerpo necesita, para poder proteger tu piel contra el frío.

Practica deporte

Para mantenerte en forma y también para poder disfrutar de una piel mejor, el deporte es una gran solución. A pesar de que haga frío, el deporte te ayudará a mantenerte caliente ya que activará la circulación de tu cuerpo y, por lo tanto, la oxigenación de tu piel.

Incorpora pequeñas rutinas de ejercicio a tu día a día y descubre los efectos positivos con el paso del tiempo, sin duda, tu cuerpo lo agradecerá.

Cuidado en la ducha

En invierno, pocas cosas apetecen más que una buena ducha caliente, sin embargo, esto puede llegar a ser contraproducente.

Una ducha muy caliente, puede lograr un efecto deshidratante en la piel debido a la acción del calor. Para prevenir esto, lo mejor que puedes hacer es ducharte con agua templada por todo el cuerpo y reservar para tu cara el agua más fría.

Por otro lado, te recomendamos también que alternes entre el agua caliente y el agua fría. Si eres capaz de disfrutar de estos contrastes de agua, podrás disfrutar de una piel mucho más hidratada, además de activar la circulación de tu piel, por lo que lograrás unos músculos más tonificados.

No te olvides de exfoliar

Durante estos meses de invierno, es cuando la piel acumula con una mayor facilidad células muertas, provocados por los cambios repentinos de temperatura.

Estas células muertas evitan que la piel pueda respirar con normalidad y, por lo tanto, tienen un efecto negativo a largo plazo. Para evitar que esto te suceda, es importante llevar a cabo una exfoliación al menos una vez al mes.

Gracias a esta exfoliación, estaremos fomentando el crecimiento de nuevo de la piel, consiguiendo una piel mucho más suave y sana, incluso durante el invierno.

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