La apendicitis es una afección que ocurre cuando se inflama el apéndice, una pequeña bolsa conectada al intestino grueso. Es una de las emergencias de atención hospitalaria más comunes.

La principal función del apéndice consiste en acoger y resguardar las bacterias que favorecen el correcto funcionamiento del colon. Esta inflamación sucede generalmente cuando el apéndice se obstruye por un cuerpo extraño o materia fecal, ocurriendo una sobre población de bacterias.

Este padecimiento puede manifestarse en cualquier etapa de nuestra vida, aunque resulta más frecuente entre los 10 y 35 años de edad.

Los síntomas de la apendicitis suelen ser muy variados, por lo que no siempre resulta sencillo establecer su diagnóstico. Sobre todo cuando ocurre en niños y ancianos, donde estas señales suelen ser confundidas con otros trastornos propios de esas edades.

5 señales inminentes de una posible apendicitis

Ten en cuenta que de no atenderse a tiempo el apéndice se puede reventar y causar una infección dentro del abdomen (peritonitis). Por tanto, resulta de vital importancia reconocer los indicios de una posible apendicitis.

1. Dolor abdominal agudo

La primera señal para considerar que se trata de una apendicitis es un dolor agudo alrededor del ombligo. Puede ser leve al inicio e ir incrementándose hasta tornarse insoportable.

Este dolor suele desplazarse hacia la parte inferior derecha del abdomen. También puede empeorar al toser, caminar o realizar movimientos bruscos.

Existen casos atípicos donde el dolor se presenta en el lado izquierdo del abdomen, esto ocurre generalmente cuando el apéndice es más largo de usual y se extiende irradiando mayor intensidad de molestia hacia esa zona.

2. Náuseas, vómito y fiebre

Pocas horas después de iniciar el dolor agudo abdominal, suelen presentarse náuseas, vómito y en algunos casos hasta fiebre. En ese momento se puede comenzar a sospechar que se trata efectivamente de una apendicitis en curso.

3. Estreñimiento o diarrea

Generalmente, la apendicitis se presenta con cuadros diarreicos, estreñimiento y tenesmo rectal. Todos estos problemas estomacales aunados a los anteriores suelen ser las señales más certeras de que tu apéndice está sobrellevando un padecimiento crónico.

4. Los síntomas no cesan con el pasar del tiempo

La persona afectada puede notar que el dolor no se extingue con el paso de las horas, aun cuando se haya reposado. Por el contrario, puede llegar a sentir que se agudiza el padecimiento, resultando muy  difícil el ponerse de pie e inclusive caminar.

5. Sensibilidad al tacto

Si el dolor que padece se intensifica con solo tocar la zona afectada o si al presionar la parte inferior derecha del abdomen y luego soltar, el dolor se incrementa, es casi seguro que se trate de apendicitis. Es recomendable entonces consultar un profesional de la salud lo más pronto posible.

Procura cuidados médicos

Un especialista es la persona idónea para confirmar o descartar la enfermedad y proporcionarte el tratamiento apropiado.

Toda vez que te haya auscultado el médico y confirme el diagnóstico de apendicitis, el paso siguiente con seguridad ha de ser el de proceder a extirpar el apéndice.

De darse el caso no te preocupes, es mucho mayor el riesgo de tener el apéndice inflamado que la vida sin este órgano. La mayoría de los pacientes se recuperan rápido después de la apendicectomía.

Recomendaciones a considerar

Mientras acudes al médico para confirmar el diagnóstico es de suma importancia evitar tratarse los síntomas en casa, por lo tanto:

  • No consumas ningún tipo de medicamento.
  • Evita ingerir laxantes.
  • Prescinde el uso de compresas calientes.
  • No comas ni bebas nada hasta que te examinen.

La prevención también es un factor a considerar. Llevar una dieta alimenticia rica en fibra facilita los procesos digestivos y disminuye las probabilidades de padecer apendicitis. Incluye frutas y vegetales en tus comidas, cereales integrales y mucha agua.

Es importante destacar que no todas las personas que sufren de apendicitis presentan estas señales (algunas solo refieren sentir un malestar general), pero si experimentas varias de ellas deberías comunicarte con tu médico y acudir al hospital.

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